La zona montañosa de Takao en el norte de Kioto se ha asociado durante mucho tiempo con el ascetismo. El templo se construyó en esta zona en el siglo VIII, pero fue abandonado en el siglo XII. Luego, el Emperador Gotoba instruyó al altamente influyente sacerdote Myōe (1173–1232) para que construyera el templo, y fue reconstruido en 1206. Su nombre, Kōsan-ji, o "templo de la alta montaña", se inspiró en un pasaje del Sutra de la Guirnalda de Flores, una escritura importante para la Secta Kegon. El templo se pronuncia popularmente "Kōzan-ji", pero la pronunciación oficial es Kōsan-ji.

El templo Kōsan-ji se hizo conocido como un templo del aprendizaje debido a la dedicación de Myōe al estudio y práctica del budismo. También era un amante de las artes religiosas y con frecuencia invitaba a distinguidos artistas e intelectuales al templo. El rico entorno que cultivó sigue vivo en muchos tesoros heredados del período Heian (794-1185), una época en que florecieron el arte y la literatura, hasta el período Kamakura (1185–1333), notable por la difusión de las nuevas ideas budistas en Japón. Muchas de las pinturas, estatuas y documentos del templo sobrevivieron a los devastadores incendios del siglo XVI y aún se encuentran en excelentes condiciones.

Myōe también es famoso por popularizar el té en Japón. Cultivaba té cerca del templo Kōsan-ji, todavía se cosecha té de una pequeña parcela todos los años. Los productores de té de todo el país honran a Myōe hasta el día de hoy en reconocimiento a su papel clave en la tradición del té de Japón.